Hace casi un año que nuestra vida cambió, la pandemia no sólo afectó nuestra salud, nuestra vida familiar y social, sino también afectó en lo laboral. Hay muchas empresas que no pudieron resistir este duro golpe. otras, que aún están tratando de superar el impacto que generó ésta en su gente, en la estabilidad emocional de cada uno de los miembros de su equipo, en la dinámica de trabajo, en la productividad y en las ventas. Y otras que pudieron utilizar las herramientas existentes y poner en práctica las nuevas competencias adquiridas en el uso de tecnología, comunicación y gestión; competencias que no sólo le han permitido mantener o aumentar su productividad -en comparación con el período previo a la pandemia-, sino también generar una respuesta rápida al medio, aceptar y adaptarse al cambio, creciendo en aprendizajes y ocupando los primeros lugares en esta “nueva normalidad”. Es posible que estas empresas sean las que lleven el liderazgo este nuevo año y los futuros.

 

 

Entonces, nuestra reflexión va dirigida a la siguiente pregunta:
Qué es lo que ha influido en los resultados de éxito laboral ante la pandemia?

La respuesta la podemos dividir en dos:

1. El manejo de competencias técnicas (herramientas tecnológicas, de información, comunicación y digitales)
2. El dominio de las competencias conductuales y de gestión (competencias también conocidas como “blandas”).

En cuanto a la primera, no cabe la menor duda que el manejo de la tecnología y la transformación digital en una crisis sanitaria, donde se exige distanciamiento social, cumplimiento de cuarentenas y trabajo a distancia, es de suma relevancia. Aquellas empresas que cuentan con personal capacitado en estas áreas se enfrentan con éxito a estos escenarios y sus integrantes pueden trabajar en forma 100% remota desde diferentes lugares y zonas horarias sin por ello disminuir su desempeño. Muestran mayor tranquilidad ante un escenario complejo, disminuyendo la incertidumbre de un futuro incierto y pueden asumir fácilmente diferentes roles y generan algunas ideas para gestionar a los equipos virtualmente e incrementar la productividad de la empresa.

 

 

Y para continuar con la reflexión:
¿Qué nuevos comportamientos debemos potenciar en nuestra organización en “esta nueva normalidad”?
¿Contamos con las herramientas necesarias para enfrentar con éxito los nuevos desafíos del 2021?

El objetivo de esta reflexión es desarrollar en la organización la capacidad de autoanálisis para lograr la mejor adaptación a este nuevo escenario, de manera tal que puedan generar un enfoque de capacitación que contemple el desarrollo de competencias, herramientas y técnicas necesarias para potenciar el liderazgo remoto y crear un clima cooperador y productivo en sus equipos, posibilitando el logro de los objetivos y el cumplimiento de los nuevos desafíos.

Planifiquemos el éxito en este 2021!