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Cómo mantener a mis colaboradores motivados y felices?

La pandemia provocó una crisis mundial sin precedentes, no sólo en el ámbito sanitario, sino también social, familiar y económico, lo que también ha afectado de forma importante al mundo laboral desde el comienzo de esta crisis en Febrero 2020.

Por otra parte, la prolongación de esta crisis, ha tenido una profunda repercusión en las personas, lo que junto con la transformación y cambios que estamos viviendo, es probable que no desaparezcan tan fácilmente, puesto que la incertidumbre y el miedo al cambio seguirá aún presente.

La transformación digital, el uso de la tecnología, el desarrollo de la resiliencia son procesos que requieren tiempo y esfuerzos, generan sentimientos de inseguridad, dudas y temores, y para adaptarse a estos cambios se requerirá no sólo conocimientos técnicos específicos, sino también, capacidad para manejar sentimientos e impulsos, confianza en sí mismo, habilidad para comunicarse y capacidad para la resolución de problemas.

Por otra parte, estos cambios han llevado a modificar las prioridades motivacionales, tanto en las organizaciones, como en los trabajadores. Partiendo por los trabajadores, si bien antes su prioridad era tener un empleo seguro y estable, hoy esto no parece ser lo más relevante. La flexibilidad horaria, el trabajo dinámico, el tiempo libre disponible para destinar a su familia, las labores desafiantes, los espacios de descansos, el bienestar organizacional, los beneficios otorgados, la posibilidad de aprendizaje y crecimiento profesional pasaron a ocupar un lugar predominante en las motivaciones actuales.

En cuanto a las Organizaciones, si bien antes la prioridad podría haber sido aumentar la fuerza de venta o capacitar al equipo en estrategias a seguir para lograr de manera más rápida los objetivos, hoy pasó a ser, garantizar la conectividad y el acceso a la tecnología para impulsar la eficiencia y reducir el tiempo invertido en las tareas, para así enfocarse en actividades que generen crecimiento y tengan mayor impacto estratégico. Si bien antes las competencias técnicas (“duras”) del personal eran relevantes en algunas posiciones, hoy las competencias “blandas” pasaron a ocupar su lugar. Parece claro, porque si no contamos con la estabilidad emocional en el personal, difícilmente podremos alcanzar grandes logros de empresa.

Este nuevo mundo laboral post pandemia está en constante movimiento y el Capital Humano es lo más importante que tenemos; sus necesidades también evolucionan de la mano de la tecnología, por lo que merece especial atención. El desafío de las organizaciones actuales será el “retener el talento”, y para ésto se hace necesario conocer las inquietudes de los colaboradores, reflexionar sobre como satisfacer las nuevas demandas y prepararse para tomar las medidas necesarias para impulsar su bienestar, su estabilidad emocional, su crecimiento personal y profesional, y poder lograr así una fuerza laboral motivada y comprometida con la empresa.

Algunas claves para fidelizar a los colaboradores:

Proteger la salud física y emocional: No sólo se hace necesario garantizar el espacio físico con las medidas sanitarias establecidas para la prevención, (en caso de trabajo presencial) sino también, proteger la salud mental de los colaboradores, escuchar las señales “no verbales” que puedan estar dando, preguntar por su estado, ofrecer apoyo, asistencia médica, psicológica, nutricional, etc.

En el caso de mantener trabajo a distancia, todo sabemos lo difícil que es éste, pero más lo es aún para personas que padecen ansiedad u otros problemas de salud mental. En estos casos se hace necesario mantener contacto permanente con el equipo y generar un ambiente de confianza y comodidad para que puedan expresar sus preocupaciones y/o inquietudes. Existen muchas aplicaciones que permiten también recibir apoyo profesional de ser necesario. Así mismo, en esta modalidad de trabajo, aumentan los niveles de sedentarismo y “aislamiento”, por lo que es necesario no sólo ofrecer alternativas deportivas o de pausas activas, sino también otorgar un acercamiento permanente con el equipo, programando reuniones de recreación de manera presencial y fuera de horario de trabajo, de manera tal que se puedan potenciar los lazos afectivos, incrementar la confianza y crear un ambiente libre de tensiones y preocupaciones.

Es importante señalar que en ambos casos, presencial o a distancia, la salud emocional del personal pasa a ocupar un lugar predominante, por lo que el otorgar apoyo en este ámbito permite sortear los obstáculos que pudieran presentar en su camino hacia la resiliencia.


Fomentar la flexibilidad laboral. En trabajo presencial, es importante considerar que las situación actual aún está inestable, la pandemia no ha terminado y el personal puede estar complicado en muchos aspectos. En este caso, se recomienda dar la opción de trabajo híbrido u otorgar las facilidades necesarias a quien necesite ausentarse en determinadas horas.

En el trabajo a distancia (home office) la línea entre el trabajo y familia suele ser un tanto borrosa. Se hace necesario implementar políticas que permita lograr flexibilidad.

El ideal en esta modalidad es el trabajo bajo gestión, cada uno puede administrar su propio tiempo, lo importante es el rendimiento y los resultados, no cómo gasta cada minuto de su día.

Algo muy valorado actualmente por la fuerza laboral, es la posibilidad de decidir de manera autónoma la distribución de su jornada laboral y de sus horarios, para contribuir a la conciliación familiar tan deseada durante la pandemia. Esto, si puede llevarse a cabo, la mayoría de las veces, actúa como un gran motivador, generando un alto compromiso con la empresa y una productividad mayor.

En todos estos ejemplos predomina la confianza entre ambas partes, por lo que sería recomendable mantener un permanente desarrollo de la misma.


Definir espacios de descanso y tiempo libre. No sólo es necesario que se respete la jornada diaria de trabajo, sino también dar lugar a momentos intermedios de descanso, minutos en que en compañía de un café se pueda “despejar la mente” o compartir con el equipo de trabajo situaciones diferentes a lo laboral. Esto es posible hacerlo tanto en trabajo presencial como a distancia a través de video llamadas.

Otorgar un tiempo libre, es decir, un período en que no haya obligación de realizar ninguna actividad y sea sólo para diversión; se puede hacer efectivo ya sea en forma regular o esporádica. Tener un lugar físico donde se pueda jugar ping pong, jugar juegos electrónicos, mirar TV, pasa a ser muy motivante en los trabajadores y crea un ambiente relacional muy necesario en estos tiempos. En la modalidad de teletrabajo también se puede implementar estos momentos gracias a la tecnología.

Para que cada uno pueda ser eficiente y productivo es necesario, más que nunca, respetar la privacidad, el descanso y la diversión, sea cual sea la modalidad laboral.


Conocer sus necesidades y motivaciones. Es importante tener presenta que uno de los efectos de la pandemia es el cambio del perfil motivacional en la mayoría de los trabajadores. Diferentes estudios muestran que el bienestar laboral, la flexibilidad horaria, la autonomía, las labores desafiantes, la posibilidad de aprendizaje, el crecimiento y desarrollo profesional, prevalecen sobre la estabilidad laboral que años atrás era mucho más valorada.

Sin embargo, existen diferencias individuales, y el detectar el perfil motivacional del personal, sus necesidades y recursos es de vital importancia, no sólo porque permite obtener un mejor ajuste a los puestos de trabajo, a los equipos, a las tareas y/o proyectos, sino fundamentalmente para indagar lo que realmente “quieren” y no sólo lo que “saben” o “pueden hacer”.

De esta manera se podrá emprender acciones personalizadas que lleven a retener a los verdaderos “talentos” (ofrecer un plan de desarrollo de carrera, cursos de desarrollo personal y/o profesional, reforzar habilidades y destrezas para que en un futuro próximo puedan ocupar puestos de mayor responsabilidad, etc).


Ofrecer oportunidades de aprendizaje y desarrollo, (personal y profesional)

La mayoría de los trabajadores han aprovechado la modalidad de teletrabajo para el aprendizaje y desarrollo de habilidades. Tal como dijimos anteriormente, la pandemia ha generado necesidades de aprendizaje respecto fundamentalmente al área de tecnología como también a áreas de distintas especialidades técnicas. Algunos han realizado cursos on line que les permite adquirir nuevos conocimientos para progresar en su trayectoria laboral y, a la vez, establecer vínculos entre personas geográficamente dispersas, necesidades importante después de un largo confinamiento.

Si bien ofrecer cursos técnicos puede ser necesario para un desempeño exitoso y motivante para el crecimiento profesional del trabajador, consideramos que el foco debería estar en la salud mental, puesto que si hay necesidades emocionales aun no resueltas difícilmente se podrá lograr un buen desempeño laboral y menos un compromiso con la empresa. Desarrollar oportunidades de desarrollo para manejar sentimientos e impulsos, controlar ansiedades, responder antes situaciones de estrés, resolver problemas y adaptarse al cambio, podrían ser unas de las competencias a considerar.

Fidelizar a los colaboradores implica tener un equipo motivado y feliz que será capaz de impulsar a la empresa hacia sus objetivos, viendo los problemas generados en todo este tiempo, más que como una crisis sanitaria, como una oportunidad, para aportar con sus competencias en esta nueva “normalidad” y hacer de la empresa su segunda familia.

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